Una de las consecuencias de la debacle de la Unión Soviética y la desaparición de los modelos totalitarios de la Europa oriental, ha sido la proliferación de los mal llamados "modelos de socialismo". A los socialismos "chino", "coreano", "vietnamita", "cubano", etc., ahora se agrega el socialismo del siglo XXI o socialismo bolivariano.
El socialismo del siglo XXI del tte coronel y su grupete del PSUV sigue siendo un proyecto hueco, contradictorio, carente de un verdadero perfil doctrinario. Los defensores y seguidores de este pastiche ideológico han promocionado falazmente la idea que socialismo es el grado de intervención estatal en la economía nacional. Es importante señalar que el grado de propiedad estatal (capitalismo de Estado), no es una buena medida de lo que es el socialismo y en todo caso evidencia el afianzamiento del capitalismo en su variable de Estado. No olvidemos que las industrias bajo el control del Estado en el capitalismo no operan como islas de socialismo, sino por los mismos principios de explotación (ganancias y perdidas) que opera en el sector privado. Como Engels escribió tiempo atrás: "Ha surgido una especie de falso socialismo, que...en todo acto de nacionalización...ve una medida socialista". "Ciertamente", señalaba Engels, "si la nacionalización de la industria del tabaco fuese socialismo, habría que incluir entre los fundadores del socialismo a Napoleón". Engels afirmaba que el control total de la economía por parte del Estado no es socialismo. "Las fuerzas productivas no pierden su condición de capital al convertirse en ... propiedad del Estado," escribió.
Obviamente, para los trabajadores de la Electricidad de Caracas, la CANTV, o Lácteos Los Andes, por solo mencionar las más recientes nacionalizaciones, el cambio de patrón no ha significado una mejoría en sus condiciones de vida y de trabajo. "Las relaciones capitalistas, lejos de abolirse con estas medidas", escribía Engels, "se agudizan".. Los problemas de pobreza y exclusión, de desempleo y subempleo, los bajos salarios y ausencia de seguridad social se han mantenido igual o simplemente han empeorado. En cuanto a las otras formas de producción estimuladas por el régimen (empresas de cogestión social, unidades de producción socialista, cooperativas, fundos zamoranos, etc.), no han tenido el más mínimo impacto en el proceso productivo, pero si en las relaciones laborales. Las mismas han profundizado la flexibilización laboral, propio de los proyectos neoliberales, lo que les ha permitido despojar a los trabajadores de sus conquistas laborales.
Después de nueve años de farsa socialista-bolivariana, los rasgos capitalistas que han caracterizado la estructura económico-social del país no solo se mantienen, sino que se han reforzado. Las políticas económicas del régimen se enmarcan dentro de una visión neoliberal: preservación de impuestos regresivos, elevación del endeudamiento interno-externo, fortalecimiento de la oligarquía financiera, pago de una deuda externa ilegítimamente contraída, creación de las empresas mixtas, mediante las cuales convertimos en copropietarios de nuestros recursos a las transnacionales, y una precarización laboral, etc. Este es el socialismo del tte coronel, el cual permite convivir armónicamente a los grandes monopolios imperialistas, con las empresas estatales y las empresas nacionales, garantizándoles sus niveles de explotación en detrimento del trabajador. Esta convivencia, o "paz laboral oficialista" entre el "tiburón y las sardinas", es el planteamiento reaccionario de los adlátares del "socialismo bolivariano", que no es otra cosa que un capitalismo-neoliberal por sus cuatro costados. En el plano doctrinal solo hay un socialismo, el socialismo científico, todo otro modelo de socialismo no pasa de ser una pretensión falsa y caricaturesca.
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José Rafael López Padrino
¿Cual Socialismo?
Etiquetas: Chavez, Economía, Venezuela
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