Capilatismo Salvaje de Estado

Atrás quedaron los deseos de Chavez de fundar nuevas empresas como la tristemente famosa “central azucarero Ezequiel Zamora”, con gran escándalo de corrupción y sin ningún culpable. Al contrario el gobierno se ha dedicado a comprar empresas establecidas y que demuestran gran eficiencia en el logro de sus objetivos, tal es el caso de Lácteos los Andes que fue su ultima adquisición, todo pagado por la “paga todo” PDVSA.
En el acto de traspaso a “empresa Socialista” (vaya a ud a saber que es eso) el actual presidente no nombró cooperativa, empresas de cogestión o nada por el estilo, al contrario se comportó como toda gran magnate que prometió a todos sus nuevos empleados las cambios “bondadosos” que se tendrían con la “nueva administración”.
Se pudo notar como con emoción el líder chavista anunciaba las ganancias que obtuvo la empresa en el ejercicio fiscal de 2007, 91 millones de bolívares fuertes. Anunció su interés de “distribuir” esta ganancia con sus trabajadores. Aunque debemos recordar algunas cosas en este punto, PDVSA que declaró grandes ganancias netas recientemente presentó un conflicto hace poco porque no quería reconocer los derechos laborales de sus trabajadores, y vigente aún está el conflicto en Sidor, la cual no quiere presentar a sus trabajadores una oferta acorde y digna con la situación económica que vive el país.
Luego de casi 10 años con ingresos petroleros que superan los 600 mil millones de dólares, si de dólares, tenemos una situación precaria, a donde se miren resaltan los problemas. Ahora este gobierno no sabe que hacer con las ganancias que se obtienen del auge petrolero y está ensayando para perfeccionar el papel de Capitalista de Estado. En lugar de garantizar para que todos los venezolanos tengamos las posibilidad de dedicarnos a la actividad que nos parezca está achicando estos espacios a través de la toma en muchos casos arbitraria.
Cada día que pasa la población se da cuenta de que el poder político y económico se concentra en pocas manos, manos ligadas y de entorno presidencial; grupo que maneja grandes sumas de negocios y no se preocupa en ocultar.
Esta nueva adquisición es sin duda propiedad del gobierno, no de los trabajadores ni de la población, que por cierto padece todo este desastre derivado del manejo alegre y caprichosos de los recursos de todos. Detrás de todo esto esta la destrucción total de de la empresa Nacional poniéndola en desventaja con el gran capital Transaccional.